No pocas han sido las medidas de presión efectuadas por un grupo de medianos y pequeños empresario que prestaron servicios impagos a la multinacional ISA Inter Chile, responsable de la construcción de la línea de transmisión eléctrica Maitencillo – Pan de Azúcar y que durante el último año ha significado enormes perjuicios para este grupo importante de proveedores de la zona del Huasco, y también de otras ciudades cercanas a Vallenar que vieron en esta obra una buena oportunidad de desarrollo y generación de puestos de empleo.
Proveedores de una infinidad de insumos para esta obra; arriendo de maquinarias y vehículos para faena; servicio de alojamiento y alimentación son sólo una parte del trabajo efectuado y recepcionado sin ningún reparo por parte de la empresa mandante, y que hasta el presente no ha sido cancelado a la gran mayoría de estas Pymes que no cesan de buscar la manera de hacer oír su clamor de justicia.
Cortes de camino, toma de la Gobernación del Huasco y todo tipo de manifestaciones han sido parte de un cronograma de iniciativas para, en primer término, hacer notar entre las autoridades y la opinión pública, el verdadero drama que han vivido estas Pymes. No pocas han debido enfrentar su propio endeudamiento con bancos y otros proveedores, además de deudas con trabajadores, pago de imposiciones y todo tipo de compromisos que no han podido cumplir debido a este problema. No pocas de estas empresas han quebrado o se encuentran a punto de sufrir embargos, sin mencionar las consecuencias a nivel familiar y personal, siendo ya habituales las separaciones, los quiebres familiares y situaciones de depresión entre estos emprendedores.
Además de llamar la atención de las autoridades y comunidad, las medidas de presión han tenido también el claro propósito de que esta problemática no quede en el olvido ni se establezca en la opinión pública la falsa sensación de que ya está superada.
“No podemos dejar que además se asiente el precedente de que a nuestra zona las grandes empresas pueden llegar y hacer lo que quieran con nosotros, menospreciando nuestro trabajo y no cumpliendo con el pago acordado” señala una empresaria dedicada al rubro de la alimentación.
A la fecha, la deuda que mantiene la empresa mandante de la obra ISA Interchile, a través de sus dos principales contratistas INSOLUX y TENSA EIP, se acerca a los 7 mil millones de pesos, experimentándose sólo mínimos esfuerzos por parte de la empresa mayor por reconocer su deuda y canalizar algunos pagos menores a proveedores seleccionados unilateralmente por la empresa.
“Sólo este último mes se ha sabido de empresas contactadas por Interchile, a quienes se les ha pagado una factura de varias que se les adeudan, a otras se les ha abonado parte del valor total de una factura, haciéndoles firmar en notaría una cesión de crédito por el resto de la deuda, dilatando así el conflicto por un plazo que sólo la empresa sabe y dando de paso la falsa imagen de que se les está pagando a las empresas como corresponde, y no es así” señala Pablo Ogalde Meneses, presidente de la Asociación de Pymes de Vallenar ASPYMEVALL, organismo que ha liderado este tortuoso proceso de cobro.
Durante la última reunión ordinaria efectuada por ASPYMEVALL se informó sobre estos avances percibidos en el proceso de pago de la deuda y la gran cantidad de reuniones en donde la entidad ha participado principalmente con ejecutivos de Interchile, y con los Ministros del Interior y de Energía, gestiones en donde han contado con la participación de parlamentarios de la zona, el alcalde y concejales de Vallenar, entre otros.
En el ámbito legal se reconoce que las expectativas no son halagüeñas, toda vez que la legislación vigente obliga a la empresa mandante el hacerse cargo sólo de compromisos financieros con sus empresas contratistas, y no con subcontratistas de éstas, como es el caso de los miembros de ASPYMEVALL.
Por ello, lejos de enredarse en una batalla legal de largo aliento, lo que además obligaría a desembolsos que los miembros de la entidad no pueden permitirse, la entidad ha definido acciones de presión de manera administrativa, continuando con las conversaciones a todo nivel y tratando de que el conflicto no caiga en el olvido.
“Pese a todos estos esfuerzos sólo se han percibido avances mínimos e insuficientes, siendo notoria la intención de la empresa mandante de dilatar esta situación, buscando seguramente la quiebra de estas pequeñas empresas y el cese del cobro por nuestra parte” agrega Ogalde, indicando además que se ha tomado contacto incluso con la Presidenta de la República, a través de una carta dirigida a ella en noviembre del año pasado, y también por medio de una conversación de pasillo obtenida con ella por parte de este dirigente, lo cual al menos ha formado la convicción en esta entidad que se ha llegado hasta las esferas correspondientes a la magnitud del problema y con los antecedentes suficientes que demuestran claramente esta injusta situación.
La pronta asunción de nuevas autoridades significa para ASPYMEVALL una nueva oportunidad de diálogo y de acuerdo. No se piensa bajar los brazos ante esta situación desfavorable. Existe la convicción de que por ningún motivo se debe renunciar a los montos que se les adeudan, y por sobre todo, no se puede permitir que el trabajo de empresarios locales, por muy pequeños que sean, sea pasado a llevar de esta manera.
“Esta lucha no es por sólo por nosotros, sino por todos los trabajadores de la zona y sus familias, por toda nuestra comunidad que aspira a un desarrollo como corresponde” finaliza Pablo Ogalde, líder de los proveedores en conflicto.
