La Selección de
Fútbol de Vallenar que participó en el Nacional de Calama 1976 se ganó un
eterno lugar en el corazón de los hinchas que vibraron con la participación de
nuestros representantes, encabezados por el golero y capitán Raúl Santibáñez,
el goleador Sergio Magnata, el defensor Máximo Meriño y el conductor Gabriel
Gutiérrez, amén del resto del plantel que cumplió un dignísimo papel.
De ese lote, un
hombre que siguió hasta no hace muchos años jugando al fútbol en las diferentes
canchas vallenarinas, deleitando con su técnica, fue Gabriel Alberto Gutiérrez
Zuleta, nacido el 26 de noviembre de 1948 en Vallenar.
Sus inicios
deportivos se remontan al despertad de la segunda mitad de la década de los
sesenta, cuando comenzó a vestir la camiseta del Club Deportivo Polvorera,
actual Atacama, enseña que defendió fielmente durante toda su vida deportiva.
En esa época inicial compartió con ilustres futbolistas vallenarinos, como
Alberto Castillo, Sergio Rojas, Juan Pereira, el Rubio Bustamante y sus
hermanos Mario, René, Pedro y Juan.
Con solo 18 años
llegó a probarse al club profesional Palestino, llevado por su amigo Hernán
“Clavito” Godoy, donde no pudo luchar “contra el compadrazgo” que encontró en
el camarín tricolor, encabezado por el técnico. “Por eso se pierden muchos
talentos jóvenes en los clubes, porque siempre son un grupo los que incluso
mandan al entrenador y le hacen el equipo”, apunta de entrada este gran futbolista
vallenarino que tuvo como ídolo inspirador de su juego al gran Francisco
“Chamaco” Valdés, a quien vio jugar e incluso más, a quien enfrentó en el poco
tiempo que alcanzó a vestir la camiseta del cuadro árabe.
Su frustración
juvenil pronto quedó en el olvido, porque al poco tiempo de haber regresado
desde la capital viajó a Argentina integrando la Selección Chilena Amateur,
junto a su sobrino Rubén “Tribilín” Rivera, donde ambos fueron titulares en un
torneo sudamericano realizado a fines de los años sesenta.
Su segunda
experiencia con el fútbol profesional la vivió en Deportes La Serena, a
comienzo de los años setenta. Allí compartió con señeras figuras del cuadro
granate al mando del técnico Dante Pesce, como Orfel Cortés, César Cantú, Sergio
Ahumada y Juan Koscina, entre otros, donde este último lo cobijó en su casa
mientras integró el cuadro papayero. “Sin embargo, tuve que venirme porque era
muy poco lo que pagaban a los jugadores nuevos; más ganaba trabajando como
mensajero en la CAP que siendo profesional del fútbol”, señaló respecto a su
segundo intento de ser un profesional del balompié.
El “Chico”
Gutiérrez tiene el elogiable mérito de haber defendido durante 23 años la
camiseta de la Selección de Vallenar, lapso en el cual también jugó cuatro
campeonatos nacionales, además del ya consabido Calama 1976, reforzó a las
selecciones de Algarrobo, Coquimbo y Copiapó. “Pero ninguno más memorable que
el de Calama, porque ahí llevaba puesta la camiseta de mi ciudad”, subrayó.
A propósito, no
puede dejar de hablar del técnico Nelson Rojas: “Era como nuestro padre, con su
presencia había respeto y cariño, nadie reclamaba porque quedaba afuera y
entraba jugando un refuerzo de afuera. No existía la envidia y todo gracias a
don Nelson que supo guiar a ese grupo”.
Consultado por
jugadores de categoría que vio jugar a lo largo de su carrera en el campo
amateur, citó los nombres de Daniel “Carreta” Barrios y el de su sobrino Rubén
“Tribilín” Rivera. Sin embargo, acota que Barrios pudo llegar aún más lejos, si
hubiese tenido más personalidad para pararse en una cancha de juego. “Era muy
buen jugador, pero le faltaba pachorra para mandar a sus compañeros, tomando en
cuenta que jugaba de 8 o de 10”.
Consultada su opinión
sobre el fútbol vallenarino actual, señala que “hay muchos elementos buenos,
pero no se les da la oportunidad, vea usted el caso de Deportes Vallenar,
cuántos son de acá, me parece que ninguno”.
Próximo a
cumplir 72 años, se siente agradecido del cariño que le manifiesta el hincha
del fútbol vallenarino, ya que donde quiera que vaya siente el aprecio y el
estímulo con abrazos y palabras de aliento. “Soy un agradecido de la gente y de
la ciudad”, reconoce finalmente.
SERGIO ZARRICUETA ASTORGA
UNIDAD DE RR.PP. Y COMUNICACIONES
Vallenar,
28 de agosto de 2020