Setenta
y ocho años cumple hoy la Primera Compañía de Bomberos “Ambrosio O´Higgins” de
Vallenar, fundada el 1 de junio de 1942, siendo por lo tanto la más antigua de
la provincia del Huasco, entre cuyos fundadores se cuentan los insignes
voluntarios: Manuel Olivares, Salustio Jorquera, Lautaro Valderrama, Osvaldo
Aguirre, Armando Rossel y Oscar Constanzo, entre otros, todos ellos destacados
vecinos de la comuna.
Tres
años más tarde se fundó la Segunda Compañía que, al igual que la Primera,
trabaja con todo lo relacionado con agua, ya sea bombas, mangueras y, muchas
veces, contra el tiempo para obtener una cantidad suficiente del vital elemento
y así extinguir con mayor facilidad un incendio en adversas condiciones.La
unión de estas dos compañías permitió la creación del Cuerpo de Bomberos de
Vallenar el 21 de mayo de 1947, cuyo primer superintendente fue don Enrique
Bruzzone.
La
Tercera Compañía es especialista en escalas, salvataje y extintores químicos.
La Cuarta Compañía tiene como sede la población Hermanos Carrera, contando con
un cuartel que poco a poco ha ido incrementando su equipamiento, tras ser
fundado en la segunda mitad de la década del sesenta.
A
modo de recuento, recuerdo tres grandes siniestros ocurridos en Vallenar, los
cuales motivaron la presta y efectiva acción de los voluntarios bomberiles de
la Primera Compañía: El incendio del antiguo hospital “Nicolas Naranjo”; la
quema total de la fábrica de helados y galletas de Ernesto Ahumada, ubicada en
calle Colchagua, a mediados de la década del setenta y, finalmente, las ex
oficinas del Club Deportivo Algarrobo, a un costado del Mercado Municipal, en
1977, todos los cuales se veían desde los cuatro puntos cardinales de la
ciudad, dejando grandes pérdidas y destrozos para los afectados.
Vayan
en esta ocasión, los saludos al capitán de esta noble institución de servicio
público, don Juan Vergara Meneses y, a través suyo, a todos los voluntarios de
esta Compañía y, por supuesto, al cuerpo de bomberos en su totalidad.
Con
razón se les denomina los Caballeros del Fuego, porque no solamente se dedican
a la misión de apagar llamas devoradoras y realizar arriesgados salvamentos de
vidas humanas, sino porque llevan en su corazón el fuego del sacrificio
heroico, cumpliendo con su lema de darlo todo por salvar a todos.