Para los antiguos vallenarinos, puntualmente,
quienes han cruzado el medio siglo de vida, no hay mayor nostalgia que recordar
los días de esplendor del viejo y querido Estadio Marañón, escenario de grandes
eventos deportivos, artísticos y culturales.

Construido alrededor de los años cuarenta,
anteriormente fue un terreno baldío donde incluso se cosechaban legumbres. Con
el paso de los años, surgió allí la primera cancha de tenis que tuvo Vallenar,
contándose entre sus propietarios a los hermanos Álvarez Davies y al profesor
René Ríos Cortés, entre otros, según apuntó Mario Díaz Vargas, “El Porroncito”.
En esta misma arcilla surgió la figura de
Manuel “Poroto” Castillo, el mejor tenista vallenarino de todos los tiempos y,
quizás, uno de los buenos exponentes nortinos de este deporte, a tal punto que
en una final nacional llegó a enfrentar nada menos que al mítico Luis Ayala.
Desde mediados de la década de los setenta
fue escenario del tradicional “Gigante del Babyfútbol”, organizado por la
Asociación de Básquetbol y Radio Estrella del Norte, donde cada verano se
congregaban más de 100 equipos en competición. Este certamen se realizaba entre
los meses de enero y febrero y cada jornada contemplaba un lleno absoluto del
recinto.
Por muchos años, esta cancha fue el lugar de
trabajo de la Escuela de Deportes que dirigía el profesor Sergio Iribarren,
donde surgieron grandes exponentes de esta disciplina que fueron campeones
nacionales. En décadas anteriores sirvió de escenario para los liceanos que
presentaban su tradicional “Revista de Gimnasia”.
Los antiguos vallenarinos recuerdan que era
habitual que los artistas nacionales que salían en gira por el país se
presentaran en este reducto. Personalmente, recuerdo haber visto sobre este
rectángulo, durante los años de la Unidad Popular, el famoso show folclórico
“Chile Ríe y Canta” que dirigía el huasquino René Largo Farías; a los
personajes del exitoso programa radial “Hogar, Dulce Hogar”, en su pleno apogeo
de éxito, encabezados por Eduardo de Calixto y su compañía, el cual se
transmitía diariamente por Radio Portales para todo el país. Incluso, aquí se
presentó también el show del cantante español Manolo Galván, a mediados de los
setenta, cuando el autor de “El Abuelo” estaba en plenitud artística a nivel
hispano.
“Yo vi en persona ahí al gran boxeador
vallenarino Quintín Romero”, nos apuntó Mario “Porroncito” Díaz Vargas,
destacando la visita realizada a su tierra por el oriundo de San Félix que
triunfó en Europa y Estados Unidos.
Prácticamente, no hubo evento que no se
realizara sobre su superficie de cemento. La gente acudía con facilidad a
cualquier espectáculo que se realizara allí por su comodidad, cercanía con los
actores y fácil acceso para llegar a pie cuando aún no existían los colectivos
y eran pocos los vallenarinos que tenían vehículo propio.
Actualmente, en poder de la Asociación de
Básquetbol, este recinto que fue transformado en una simple multicancha durante
la gestión del alcalde Juan Horacio Santana, luce absolutamente deteriorado y,
aunque el alcalde actual Cristian Tapia pretende remodelarlo, respetando la
propiedad, no ha contado con la venía de la citada asociación cesteril y, en
consecuencia, ahí sigue abandonado lastimosamente, causando más de algún dolor
en el alma emotiva de quienes algún día acudieron al “Viejo y querido” Estadio
Marañón.
SERGIO ZARRICUETA ASTORGA
Unidad de
Comunicaciones y RRPP
28 de julio de 2020