Los domingos por la
tarde, en la vieja calle Gabriela Mistral de la población Hermanos Carrera, los
vecinos tenían la costumbre de sacar un banco y sentarse en las veredas de sus
casas a conversar de cualquier cosa,mientras tomaban sol. Corría la mitad de
los años sesenta, era otro Vallenar, con todas las calles altiplánicas de
tierra, incluso, varias del centro urbano, como Marañón, Nueva Freirina, Sargento
Aldea y las atravesadas, desde Maule hacia el naciente.
En tanto, los niños
jugábamos en cualquier cosa durante las tardes de esos domingos, bajo la
supervisión de nuestros padres. Era costumbre también que las casas
permanecieran con sus puertas abiertas siempre. No existía la delincuencia. Un
día de esos pasó por allí un móvil con un locutor de la radio Estrella del
Norte, transmitiendo en directo un tipo de concurso que hacían con
participación de los vecinos. Había que adivinar algo, no me acuerdo bien qué
cosa, pero “metí la cuchara” y di la respuesta acertada, ganándonos una botella
de vino, que era el premio y que había que ir a cobrarla a la emisora. Me
parece que el locutor era Antonio Creusz
Al día siguiente,
fui con mi padre a buscar el premio y ahí conocí por primera vez los estudios
de la radio. No era la casa actual, era otra infraestructura, pero en la misma
dirección, si no me equivoco, de color azul por fuera.Recuerdo que estaba hacia
atrás y había que ingresar por un pequeño callejón flanqueado por frondosos árboles
para llegar hasta allí.
En estos sesenta y
tres años de vida radial, han pasado decenas de locutores tras sus micrófonos.
Por ejemplo, cómo no recordar a don Danilo Castillo, quien tenía a su cargo la
sección “Tango, siempre tangos” que se irradiaba de lunes a viernes, a partir
de las 15 horas, un programa que duró décadas, más allá en el tiempo, a pesar
de la muerte anticipada de su conductor.
La música juvenil
estaba a cargo del disjockey Jorge Suárez Leiva, quien conducía el programa “Discorama”.
Cuando se retiró de la radio, apareció en su reemplazo el joven profesor Luis
Curiante González. Si no me equivoco, debe haber sido en 1976 cuando se integró
a esta casa radial. El deporte lo hacía la dupla de Ernesto Chirino Flores y
Jaime Rivera Gutiérrez con su programa “Deporte en el Aire”. A mediados de los
años setenta se incorporó el comentarista y relator Raúl Salazar Muñoz,
especialmente, después del Nacional de Calama 76.
A propósito de
Jaime Rivera, en la segunda parte de los años setenta dirigió durante algunos
años el programa más sintonizado y participativo que recuerdo: “Sólo para
Románticos” que se irradiaba de lunes a viernes a partir de las 20 horas y
concluía con el cierre de las transmisiones de la radio, a las 22 horas. Eran,
literalmente, miles de cartas las que recibía semanalmente este programa,
pidiendo canciones, dedicando saludos, compartiendo poemas y cosas por el
estilo, propio de los jóvenes románticos de la época.
La información
policial de todo tipo tenía una cortina que nos indicaba que comenzaba el flash
noticioso que esperábamos para saber dónde había sido un incendio, un choque,
un volcamiento u otra emergencia mayor, como cuando se cayó el puente Huasco en
plena construcción, en mayo de 1967.
También en los años
sesenta, la Revista Informativa de la tarde era seguida por la conexión con
Radio Agricultura para emitir el famosísimo “ReporterEsso” que conducía otro
gran locutor nacional, Pepe Abad.
Ni hablar de las
campañas solidarias que realizaba la señora Gretta Pizarro para acudir en ayuda
de alguna familia necesitada. Ella siempre tuvo gran credibilidad y siempre
recibió el apoyo de la comunidad que se “cuadraba” inmediatamente con las
demandas planteadas por la directora de la emisora.
Durante muchos años,
la programación matinal estuvo a cargo del dinámico locutor Julio Noemi Huerta,
quien compartía la mañana alegrando la jornada de las “patroncitas”, como
trataba a sus auditoras, leyendo el horóscopo que le enviaban las brujas de las
cuevas de Salamanca; realizando bromas de los inocentes cada 28 de diciembre,
muchas de las cuales quedaron grabadas en la memoria de los auditores, como
cuando hizo creer que el plantel de ColoColo estaba alojado en la Hostería
Vallenar, cuyos integrantes iban a recibir a los hinchas locales para firmar
autógrafos. Muchos cayeron en la broma. También recuerdo la sección informativa
“El teléfono televisivo” que tenía con el periodista Jorge Zambra Contreras,
haciendo creer a la gente que se conectaban a través de un aparato que le permitía
ver y anticipar desde qué lugar le llamaba el hombre que recorría la ciudad en
busca de la noticia.
No puedo dejar de
mencionar a otros importantes funcionarios: el locutor YerisSaker y su programa
“Panorama 132”; los radiocontroladores José “Pepe” Chong Ardiles y Eduardo
“Yerry Lewis” Constanzo, como lo llamaba Julio Noemi; al entonces discotecario
y programador musical Artemio Trigos Godoy, a los reporteros Julio Cabezas
Molina y José “Ojo de Águila” Abaroa, a los “perilleros” Luis Araya y Carlos
Núñez y al encargado de la planta ubicada en la población Carrera, Luis
Castillo.
… Y podría seguir
haciendo recuerdos de la mejor época de Radio Estrella del Norte, pero no
quiero extenderme, solo reconocer que Vallenar creció de la mano de esta
emisora, a partir de su puesta al aire en 1957 y, por ello, enviar mis saludos
afectuosos a su actual director, Claudio Morales Pizarro, y al personal que le
secunda. Feliz sexagésimo tercer aniversario y que sigan siendo muchos años
más.
SERGIO ZARRICUETA
ASTORGA
Depto. RR.PP. y
Comunicaciones
Ilustre
Municipalidad de Vallenar
Sábado 15 de agosto de 2020